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«Nunca pensé tener tanto éxito»

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Dolores Redondo ha vuelto a ganarse el cariño de los lectores con «La cara norte del corazón»

Dolores Redondo ha vuelto a sorprendernos con su última novela, “La cara norte del corazón”, precuela de la ‘Trilogía del Baztán’. La escritora recuerda que mientras desarrollaba la saga, ya tenía en mente esta historia.


La trama discurre entre dos escenarios y épocas distintos: Baztán y Nueva Orleans (Estados Unidos). En el primer lugar relata cuando en 1992, Amaia Salazar, de 12 años, se pierde durante 16 horas en el bosque en medio de una gran tormenta. Es encontrada a 30 kilómetros del punto donde desapareció.
En Estados Unidos la trama se sitúa en 2005 en un lugar arrasado por ‘Katrina’, el huracán que destruyó gran parte del estado de Luisiana, y donde murieron más de 1.800 personas (la mayor parte en la ciudad de Nueva Orleans). Allí, una joven Amaia, subinspectora de la Policía Foral, participa antes del desastre, en un curso de intercambio para policías de la Europol en la Academia del FBI, que imparte Aloisius Dupree, el jefe de la unidad de investigación. En ese lugar intenta encontrar a un asesino que se aprovecha de esta desgracia para matar a familias enteras. Un personaje para el que Dolores Redondo se inspiró en un caso real. La escritora asegura que uno de los desafíos más grandes que tuvo que afrontar fue lograr meterse “en la mente de un asesino de verdad”.
Afirma que “esta novela es una precuela de cuando Amaia tenía 25 años. Va a un curso de intercambio y enseguida hace unas aportaciones brillantísimas. Hay alguien allí, Aloisius Dupree, que conocen quienes hayan leído la trilogía, que va a darse cuenta de su potencial. He dicho en varias ocasiones que me recuerda a mí cuando tenía esa edad, porque posee gran ímpetu y fuerza, pero no tantas habilidades dentro de los despachos para conseguir afinidades y que le apoyen en sus proyectos. Está tan convencida de lo que sabe, lo que quiere hacer, y hacia dónde deben ir las cosas, que en el camino pierde los modos y no es tan hábil como llegará a ser en el futuro”.
Dupree le va a “enseñar precisamente eso: que está capacitada de una manera especial para reconocer el mal, para adelantarse al pensamiento criminal. Y no porque tenga un super poder, sino porque viene de un dolor, de explorar la cara norte. Viene de una infancia terrible que ya conocen quienes hayan leído la trilogía”.
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Dolores Redondo indica que su deseo era dar a conocer, a través de la literatura, aquella tragedia. “Pero no es del huracán en sí de lo que he querido hablar a los lectores, sino de lo que pasó inmediatamente después. En los cuatro o cinco días posteriores al paso del huracán, de un modo inexplicable, la población que había quedado en Nueva Orleans, se vio abandonada por la Administración, que no llevó ayuda. La explicación es que la gente que quedó en esa ciudad, tras el aviso inicial de que todo el mundo se fuera, era aquella que no se podía ir. Eran ancianos en su mayoría, que apenas podían salir de sus casas. En gran parte era población negra y muy pobre. Al quinto día, a quienes mandaron fueron a los Marines. Lo último que puedes mandar a esta población que estaba totalmente traumatizada son soldados. Una historia sangrante de abuso de la población pobre. En ese espacio desolador Amaia persigue a un asesino que tiene una particularidad: esconde sus crímenes en medio de una gran catástrofe”.
Este escenario, “a nivel de la novela negra es extraordinario, porque no he tenido que inventarme una Tercera Guerra Mundial, ni llevarlo a otro planeta porque haya habido una explosión nuclear para tener el apocalipsis total. Es una ciudad real sumida en el caos, la violencia, sin luz ni agua, sin comunicaciones…”.
Es normal ver en películas o series de televisión a un asesino que “tiene un patrón, una forma de actuar y que deja su firma. Pero en esta ocasión, quiere pasar desapercibido. En ellas normalmente nos muestran a un asesino tremendamente vanidoso, y si no llama suficientemente la atención, es capaz de convocar a la policía o a la prensa. El perfil de este asesino escapa completamente a eso. Esconde sus crímenes en las grandes catástrofes. Está inspirado en un perfil real”, asegura. “Quien lea este libro, si no digo que este asesino es real, no se lo creería. Mató a toda su familia, y estuvo huido de la justicia durante 18 años. Aunque huido no es la palabra adecuada, ya que estuvo escondido a plena vista. Simplemente cambió de ciudad y de nombre, algo relativamente fácil en Estados Unidos; y rehizo su vida”.
La escritora ficcionó los asesinatos verdaderos desde el momento que mató a su familia. “Este asesino fue capturado gracias a un programa de televisión, un reality show muy famoso en Estados Unidos, que se llama ‘Los asesinos más buscados de América’. Van poniendo las fotos de la última vez que le vieron y piden ayuda a la población para poder encontrarlo. Se hizo un envejecimiento probable de 18 años del asesino a partir de una fotografía y el vecino de al lado lo reconoció inmediatamente”. Fue detenido y metido en la cárcel. Como en otros casos similares se tuvo especial cuidado para que no se suicidase, pero curiosamente “dijo que no lo haría porque cometería pecado mortal y no iría al cielo”.
Dolores Redondo advierte que “esta novela también pueden leerla quienes no conocen la saga. Como tomamos a Amaia con 12 y con 25 años, el lector puede leer este libro y luego la Trilogía del Baztán si lo desea”.
Recuerda que nunca pensó que ‘El guardián invisible’ (2013), ‘Legado en los huesos’ (2013) y ‘Ofrenda a la tormenta’ (2014), llegasen a obtener tanto éxito. Ni que su personaje, Amaia Salazar, iba a llegar al corazón de tantos lectores. “Escribí las dos primeras novelas casi de un tirón, y la tercera la tenía en mimbres cuando se publicó la primera. Pero era imposible saber si los lectores me iban a seguir y si tendría la oportunidad de llegar a una cuarta con el mismo personaje. Podía haberles no gustado. Muchos escritores buscan toda la vida encontrar un personaje con el que poder seguir contando infinitas historias y casos, porque gusta al lector y también al escritor. Y esto ocurrió muy pronto, ya que Amaia Salazar es un personaje maravilloso”.
A Dolores Redondo, nacida en San Sebastián, pero residente desde hace años en Cintruénigo, cuando se le pregunta si tiene un proyecto iniciado, responde con presteza que sí. “Es mi procedimiento, cuando termino una novela, iniciar la siguiente antes de la publicación. Esto lo hago porque me funciona y también porque casi tengo la sensación de que si no lo hago podría suceder algo malo”.
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Reconoce que existe lo que se ha dado en llamar ‘pánico a la hoja en blanco’. “Este mundo es muy intenso. Ahora estoy de gira promocionando el libro. Me encuentro super feliz yendo de ciudad en ciudad hablando de mis libros con los lectores y firmándoselos. Me gusta que haya gente a mi alrededor diciéndome muchas cosas bonitas. Pero de pronto eso termina; en mi caso será en junio, y regresas a casa, lejos de ese calorcito que me dan los lectores y te pones a pensar ahora qué escribes”.
Afortunadamente, Dolores Redondo reconoce que “las novelas crecen más en mi interior de las que les puedo dar salida. Y tengo novelas en cola esperando para ser contadas. No he escrito una novela que no haya estado más de seis años dándome vueltas en la cabeza antes del momento de escribirla. Y lo mismo con la siguiente; pero cuando estaba terminando esta ya se encontraba llamando a la puerta otra con gran fuerza diciéndome: escríbeme, escríbeme…”.
El talento de Dolores le llevó a ganar el Premio Planeta con “Todo esto te daré”, una obra a la que le está muy agradecida y en la que Amaia Salazar no aparece en ninguna de las páginas. “Ha sido especial escribirla. No quería ser siempre la escritora de Amaia. Esta novela tiene otro tiempo, otro territorio, una historia distinta, otras pautas diferentes… Y espero ofrecer en el futuro otras historias distintas”.
La escritora revela que cada vez que escribe “una novela, hay unos primeros días, cuando sale, que estoy casi sin dormir esperando la respuesta de los lectores. Cuando me empiezan a llegar las primeras opiniones positivas empiezo a respirar. Supone un gran alivio”.
Sobre su próxima publicación asegura que “lo único que puedo adelantar es que Amaia Salazar no es la protagonista. Es una novela que llevo dentro desde los 14 años y tiene que ver con algo que viví entonces. Creo que gustará mucho”.
La Trilogía del Baztán ha tenido tanto éxito que sus dos primeras novelas han llegado al cine. La segunda, “Legado en los huesos”, se estrenó el pasado 5 de diciembre y ‘Ofrenda a la tormenta’ (la tercera) lo hará en la primavera de 2020. “Cuando presenté la primera novela de la trilogía conté que había pasado algo maravilloso. Antes de que se vendieran los derechos del cine en España, un alemán, productor de la famosa saga Millennium, adquirió los derechos. Esto a nivel internacional le puso un foco a la novela haciendo que mucha gente se interesase por ella”.
En las tres, Dolores Redondo afirma que “aunque no he participado directamente sí que ellos han querido tenerme cerca. He acudido a los rodajes y de hecho hago un cameo en cada una de las películas. Así que me lo he pasado muy bien. Ha sido extraordinario”.

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