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María Forcada Hija Predilecta de Tudela

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Por su labor cultural hacia su ciudad

El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, entregó el pasado 2 de octubre el título de Hija Predilecta de la ciudad a María Carmen Forcada González, en un acto íntimo que, por motivo de la situación sanitaria y de salud de la propia homenajeada, se desarrolló en su domicilio con una asistencia limitada a seis personas. Cumplió el pasado mes de agosto 100 años de edad. 

Acudieron junto al alcalde los portavoces de los dos grupos municipales de la oposición, Olga Risueño (I-E) y Ángel Sanz (PSN); la instructora del procedimiento del nombramiento, la edil de Navarra Suma, Irene Royo; y la portavoz y concejal de Cultura, Merche Añón.
Toquero dio así cumplimiento a lo acordado en la sesión del Pleno Ordinario del MI Ayuntamiento de Tudela del día 3 de febrero de 2020. Dicho título pintado por el artista Alberto Pérez en acuarela, refleja la fachada de la conocida Casa del Almirante, que alberga la Fundación María Forcada y Tudela Cultura.
“Cuando propuse a Tudela tu distinción como Hija Predilecta, lo hice por tu encomiable labor de impulso a la cultura, por la labor de mecenazgo de las artes, por enriquecer culturalmente a la ciudad que te vio nacer, por tu difusión a lo largo del camino del buen nombre de Tudela, nacida del cariño y el afecto verdadero por abrir camino, por ser una precursora de la mujer en el mundo empresarial en una época en la que no era fácil por tus merecidas distinciones”, dijo Alejandro Toquero en el momento de la entrega.
Además se dirigió “a la familia de María, a sus hermanas, a sus sobrinos, a todos” para “darles mi enhorabuena; María ha sabido cobijar a su familia en un valioso y cariñoso abrazo de mujer generosa y buena. Saber apreciar ese mimo, ese amor por la familia, es tan importante como saber darlo”, apuntó Toquero.
Cabe además señalar que el arquitecto Rafael Moneo, nombrado Hijo Predilecto de Tudela en junio de 1993, hizo llegar a Forcada y al Ayuntamiento tudelano una carta en la que, además de trasladar su cariño y enhorabuena, afirmó que “pocas personas conozco que amen a su pueblo y su familia con tanta intensidad como María. Y ello significa que, para ella, su vida ha adquirido sentido teniendo presente a Tudela y a los suyos. Amor con amor se paga, dice el refrán, alegrándonos todos al ver que el amor que María siempre ha sentido por su pueblo se ve ahora debidamente correspondido por esta merecida distinción”, afirmó el prestigioso arquitecto, galardonado en 1996 con el Premio Pritzker.
forcada1Por su parte, María Forcada leyó unas emotivas palabras al alcalde y a los representantes de la Corporación municipal en las que, además de mostrar su agradecimiento “porque este título viene de parte de mi pueblo”, afirmó: “Miro con alegría, pero también con cierta distancia, el hecho de que, en este momento, al final de mi vida, me concedan este importante reconocimiento. Hasta me resulta divertido que llegue ahora, como si hubiera prisa por recordarme que he vivido. Y yo ya lo sé”.
“El mes pasado -recordó- cumplí cien años, desde aquel agosto de 1920 en que nací en la casa de las Arias, en una Tudela muy distinta a la que ahora contemplamos. En este siglo de vida, mi ciudad y yo nos hemos visto crecer juntas”, apuntó. Sobre este crecimiento en paralelo que ha ido desgranando en su sencilla intervención, Forcada comentó que “ahora, al final de la vida, resulta que esta querida ciudad se convierte en madre que me requiere como hija. Y además predilecta. ¡Qué curiosa paradoja! Como si hubiera necesitado envejecer tanto para que Tudela me reciba otra vez como a aquella niña que jugaba con su aro”.
Acerca de su labor durante estos años, la homenajeada aseguró que “Tudela se convirtió en hija a la que quise y cuidé como quieren los padres. Me preocupé por ella durante muchos años para intentar hacerla más agradable a sus ciudadanos, más bella, más culta y abierta al mundo. He dedicado a ello esfuerzos, sueños, preocupaciones y dinero, con el entusiasmo de quien sabe que está haciendo algo para embellecer y hacer crecer lo que tanto quiere”, apostilló.

La trayectoria
María del Carmen Forcada González (Tudela, 17 de agosto de 1920) es la mayor de siete hermanos y, como ella mismo afirma, aprendió de su padre la cultura del trabajo serio y formal. Devota de su trabajo, su carrera se gesta cuando en 1961 arriesga todos sus ahorros para alquilar un local en la avenida de Zaragoza, con la intención de abrir una tienda de muebles modernos destinada a la decoración de viviendas, negocios y despachos. Su buen gusto, tenacidad y valentía la sitúan hoy como una absoluta innovadora y como una pionera que extendió su vida laboral durante 73 años.
De su extensísima trayectoria merece mención el trabajo de amueblamiento y restauración del salón de plenos del Ayuntamiento de Tudela.
Empresaria del año en 2002 por la Asociación de Empresarios de Tudela (AER) y Decoradora Honorífica por la Escuela de Decoradores de Navarra en 2017, el Gobierno de Navarra le concedió en 2008 la Cruz de Carlos III El Noble y el Ministerio de Educación y Formación Profesional la reconoció con la Cruz de Alfonso X El Sabio.
Su contribución a la ciudad de Tudela y su compromiso con el arte y la cultura quedaron materializados en la donación altruista al Ayuntamiento, en 2007, de la Casa Palacio del Almirante, un edificio plateresco del siglo XVI que fue el origen de la constitución de la Fundación María Forcada. Tras una profunda rehabilitación, inaugurado en 2010 y visitado por SM la Reina doña Sofía en 2011, el inmueble es actualmente la sede de la EPEL Tudela-Cultura.
Cabe señalarle otras donaciones como la de los dos bustos relicarios de santas del siglo XVI y un atril nambán (1588-1630) al Cabildo de la catedral que, más adelante, los depositaría en el Museo de Tudela.

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