Edificio señorial
PALACIO DEL MARQUÉS DE HUARTE: UNA DE LAS JOYAS DE TUDELA
El palacio del Marqués de Huarte de Tudela es un edificio barroco que seduce. Los gustos del siglo XVIII impactan con la profusión decorativa de su fachada principal y con la exuberancia constructiva de su patio interior y de su escalera imperial, la más bella de Navarra. Los juegos lumínicos cobran protagonismo y llevan la mirada hasta la esbelta linterna que cubre el patio.
El palacio que hoy alberga la Biblioteca Pública, el Archivo de la Ciudad y un fondo de obras artísticas municipales fue en otros tiempos residencia de insignes personalidades que visitaron Tudela, como Carlos IV, Fernando VII, Alfonso XII, el general Espartero o Isabel II de Castilla.
Se encuentra ubicado en la calle Herrerías, al oeste de Tudela, en el antiguo barrio de extramuros que levantaron los árabes tras la conquista cristiana. Es el ejemplo de arquitectura civil más representativo del barroco de la Ribera de Navarra.
Para su construcción se aprovecharon tres casas medievales estrechas y profundas que se encontraban en el solar. El edificio, que se erigió entre 1742 y 1745, consta de bodegas, planta baja, planta noble, donde se situaban las dependencias principales, segunda planta, destinada a los dormitorios, y una tercera utilizada por el servicio. La fachada principal del palacio se localiza en la calle Mercadal. Acérquese hasta ella para contemplar la exuberante decoración de figuras y motivos vegetales que rodea las ventanas y balcones. Para poder dotar a la pared de pinturas al fresco, se cubrió su superficie con sucesivas capas de yeso. La fachada secundaria, hoy de acceso al edificio, se asoma a la calle Herrerías y está realizada en ladrillo, con un aspecto más sobrio. En el patio del palacio le espera una sorpresa: la doble escalera imperial, considerada la más bella de Navarra. Si asciende por ella, podrá obtener perspectivas diferentes, realzadas por los juegos de luces que se crean para acentuar el efecto barroco del inmueble. No abandone el patio sin levantar la vista hacia la bóveda que lo cubre y descubrir su magnífica linterna y los cuatro elementos colgantes que caen del techo, de los que penden unos amorcillos barrocos. Inicialmente, el palacio se diseñó para albergar a dos familias, la de Doña Francisca de Francia y la de su hijo Diego Huarte y de Francia, poseedor del mayorazgo de Huarte. Esto explicaría la doble entrada al palacio por dos calles diferentes, la doble escalera y la peculiar distribución de espacios.
En una de las dependencias se exhibe una señorial y hermosa berlina, de estilo barroco rococó, del siglo XVIII, que procede de los Marqueses de San Adrián y Castelfuerte. Cuando finalice su visita al Palacio del Marqués de Huarte, no deje de visitar otros palacios de Tudela, como el del Marqués de San Adrián o el del Deán, o edificios de gran calado artístico como la catedral de Santa María.